Una tormenta deja encerrados a una pareja y a la amiga de la mujer durante un fin de semana. Con dirección de Vito Mancini, la película cuenta cómo aflora una vieja historia.
“Al principio tenía mucho miedo a las cámaras, sentía inseguridad… tantos años de teatro podrían perjudicarme en el cine por inexperiencia”, confiesa la actriz Angeles Marset sobre “Demente”, la película que protagoniza. Se trata del nuevo filme del cineasta marplatense Vito Mancini que se estrenará en esta ciudad el próximo 24 de marzo a las 20 en la sala Melany (San Luis 1750).
En la ficción, Marset –recientemente galardonada con un Estrella de Mar junto al elenco de la obra “Invisibles”– se mete en la piel de Martina, una mujer que se desestabiliza al reencontrarse con Laura, con quien tuvo un acercamiento íntimo en el pasado.
“Agustín y su esposa Laura deciden invitar a la casa de campo a una amiga, a Martina, por unos días. Una terrible tormenta no deja que nadie pueda salir de ese lugar durante un fin de semana. Y aquella estadía se convertirá en un infierno”, contó la actriz a LA CAPITAL.
Encuadrada dentro del género del thriller psicológico, la cinta tiene un elenco de actrices y actores marplatenses: Vanesa Campoliete, Iván Mesías, Eduardo Eli, Celeste Gonzales, Marisol Garciarena, Tamara Gómez, Noelia Biondi, Paula Lucas, Alejandro Gómez, Pablo Andrés Gómez, Ova Elías, Victor Festa, Fernando Torre Holstein, Alberto Diomedi, Rubén Darío Cañete y Emilio Pezza. A ellos se suma también la labor de Mancini como actor.
“Martina es una mujer soltera, sin pareja estable y sin hijos. Trabajó como profesora de derecho hace muchos años y en la facultad conoció a Laura. Se hicieron muy amigas y tuvieron un acercamiento sin mayor desarrollo. Cuando Laura conoce a Agustín, al tiempo se casa y Martina, que tenía una dependencia emocional con Laura, decide irse a vivir a Europa”, narró sobre su personaje que empezó a perfilar en 2017.
Y agregó: “Es una mujer muy segura de si misma, no le interesan los compromisos, siempre busca divertirse, se siente muy resuelta y libre. Es desafiante, manipuladora y controladora. Pero poco a poco van aflorando otras emociones desconocidas en ella”.
-Tenés una gran experiencia en el teatro, ¿qué diferencia encontraste a la hora de hacer cine?
-Encontré muchas diferencias con el teatro. Al principio tenía mucho miedo a las cámaras, sentía inseguridad… tantos años de teatro podrían perjudicarme en el cine por inexperiencia. Aprendí muchísimo y fue muy importante la clara dirección y confianza con Vitto. Recuerdo que al principio le pedí por favor que me cortara la cantidad de veces que fuera necesario, temía que mi expresión fuera quizá exacerbada. Fue una gran sorpresa porque eso nunca sucedió, todo lo contrario. Pude comprender que el entrenamiento que tenía como actriz tanto en lo sensorial como emocional, ese trabajo micro que digo muchas veces, fue importantísimo a la hora de filmar. Otra gran diferencia con el teatro es la no continuidad en el personaje. Nunca filmás en orden y tenés que tener muy en claro en qué instancia está tu personaje para no adelantarte emocionalmente en su propio viaje. Pude ratificar mi gran pasión como actriz en el cine y muy dispuesta a futuros proyectos para seguir creciendo.